La grabación de una voz solista es uno de los momentos más críticos de cualquier sesión. Un vocalista con un gran margen dinámico (algo que suele estar relacionado con el tamaño de su ego) es capaz de generar muchos quebraderos de cabeza. Para empezar, debes evitar la saturación digital a toda costa, pero además hay muy pocas probabilidades de que tu artista cante bien el tema a la primera.
Si el cantante necesita unas cuantas tomas para calentar, aprovéchalas para anotar los momentos más intensos de su interpretación sobre una copia de la letra. Prepara un fader de nivel antes de cada compresor o limitador, y guarda esas tomas de prueba. No permitas que el compresor elimine toda la tensión dinámica, o las notas más fuertes sonarán demasiado comprimidas, y las más débiles apenas se escucharán. Cuando el vocalista esté listo para empezar a grabar, ya deberías saber cómo debes registrarlo.
Para conservar una “toma genial e irrepetible” con mucho margen dinámico, necesitas otra estrategia. Coloca un limitador muy transparente tras el previo de micro, pídele a alguien que grite por el micrófono (¡no lo hagas tú mismo!), y ajusta la cadena de procesadores para garantizar una cierta amplitud cuando el limitador elimine los picos. Después, aplica una leve compresión sobre toda la pista para equilibrar los niveles, y es probable que consigas capturar esa toma maravillosa. Prepárate para subir los umbrales del compresor/ limitador conforme aumente el nivel durante la grabación, ¡y practica todos esos trucos para acertar a la hora de la verdad!
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